Córdoba vive el presente y prepara su futuro, pero recoge de la tradición aquello que la convierte en un destino singular. Este carácter propio se pone de manifiesto de manera excepcional en su calendario festivo. En este periodo, se reúnen sus fiestas más representativas: las Cruces de Mayo, la Cata del Vino, el festival de los Patios cordobeses, la Feria de Nuestra Señora de la Salud, junto a romerías y una extensa programación de actividades de ocio.